Ante la pérdida

Autor: Alejandro José Ortiz Sampablo

Es nuestro segundo día en Santa María Ecatepec, pueblo ubicado en la Sierra Sur a 1800 metros sobre el nivel de mar.

El primer día impartimos una charla e inauguramos el “Centro de atención psicoanalítica” 16 de julio, en memoria de las personas fallecidas en la tragedia.

El camino

Mi colega Fausta y yo compartimos el gusto por emprender nuevos proyectos y aventuras, disfrutamos conocer gente nueva.

Salimos el domingo por la tarde, pasaron por nosotros Rubí, su esposo Víctor y su adorable hija Victoria de cinco meses de edad. Durante el camino charlamos, bromeamos, no dejamos de reír; también les brindamos consejos sobre el cuidado de su pequeña, que los jóvenes padres recibieron bien, a pesar que prácticamente éramos unos desconocidos.

El atrevimiento a dar un consejo

Me considero atrevido, cuando voy a intervenir en auxilio de alguien que no conozco, le digo –Voy a ser metiche-, para avisarle de mi intromisión y no tomar por sorpresa a la persona.

He conocido personas con más experiencia, que en su momento me rescataron de cometer los mismos errores. Desde pequeño tuve esa fortuna, ya que cuando tenía cinco años acompañaba a mi padre a su taller, así conviví de manera permanente con gente mucho mayor, quienes me brindaron sus consejos.

En el psicoanálisis

La clínica psicoanalítica no se caracteriza por los consejos, ya que estos las más de las veces logran un reforzamiento del Yo; que en el caso del paciente puede ser benéfico, más no muchas veces en el del psicoanalista, ya que en este se puede crear un sentimiento de omnipotencia, que le impediría la visión para la dirección de la cura.

Sin embargo muchas veces nos servimos de los consejos sólo para desdoblar al Yo, es decir, brindamos el consejo no solo como posibilidad de una segunda educación, también para mostrar ese otro universo, el del inconsciente.

Esta estrategia implica cierto riesgo, ya que si el psicoanalista está dominado por la fuerza que empuja a la satisfacción inmediata -por decirlo de otra manera por su narcisismo primario-, puede quedarse satisfecho con la resolución yoica de felicidad y bienestar. Y no crear el plan de tratamiento.

Aclaración

Lo anterior me permite esclarecer un chiste que he escuchado de parte de algunos colegas: Si una lagartija entra a psicoanálisis sale lagartija, pero analizada, no han entendido de lo que se trata el dispositivo psicoanalítico, de haberlo hecho no dirían tantas tonterías y el psicoanálisis gozara de otra fama.

Sigmund Freud en el Análisis de la fobia de un niño de cinco años menciona: Sucede que un psicoanálisis no es una indagación científica libre de tendencia, sino una intervención terapéutica; en sí no quiere probar nada, sino sólo cambiar algo. Siempre, en el psicoanálisis, el médico da al paciente las representaciones-expectativa con cuya ayuda pueda este discernir y asir lo inconciente.

Hoy tenemos en nuestras manos la responsabilidad de auxiliar a las personas afectadas por la matanza del 16 de julio, no solo para que resuelvan de la mejor manera la pérdida de sus seres queridos, también de evitar el desborde de algo que es propio de los seres humanos, el deseo de venganza.

Únete a la Red en pro del cuidado de la vida psíquica. Todos somos ciudadanos del mundo. Llama a los teléfonos: 951 244 70 06 / 951 285 39 21 un psicoanalista te responderá.

Nota publicada el 17 de septiembre de 2018

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