Ante la adversidad
Autora: Fausta Ibáñez Ríos
Ha casi un mes del sismo del 07 de septiembre, vivimos momentos de incertidumbre ante la catástrofe sucedida en comunidades de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Morelos y México.
Algunas personas somos sensibles, a tal punto de sentir como hermanos a quienes viven estos momentos de desgracia. Al darnos cuenta a través de los medios de comunicación, como de un momento a otro ellos perdieron seres queridos, se quedaron sin casa, auto, ropa, dinero, comida, y referencias históricas.
La colaboración
Algunos colaboramos, nos desprendimos de pequeñas cosas significativas en nuestra vida, para llevarlas a los centros de acopio con la confianza en que van a llegar a su destino y se hará buen usos de ellas.
El contraste
Muchas otras personas se muestran apáticas como si nada sucediera, o pensando y rogando a dios que no les vaya a suceder lo mismo a ellos, existen también otros sujetos que son canallas, se sirven de estas circunstancias adversas para obtener beneficios personales.
Mi llegada
El miércoles pasado llegue de la ciudad de puebla con la intención de viajar al siguiente día a Istmo de Tehuantepec, viaje que se demoró por que recibimos una llamada solicitando apoyo a la Brigada, Quien dice ¿Psi? Para descargar 50 toneladas de ayuda procedente de la Ciudad de México. Tuve la fortuna de trabajar hombro con hombro con personas de rostros desconocidos que no sabía lo que significarían para mí en este momento en mi vida.
El empresario
Me produjo alegría ver al empresario involucrado en el trabajo de auxilio de la gente de Oaxaca, quien eligió proporcionar apoyo a nuestro estado en vez de otras localidades que le hubieran requerido menor esfuerzo. Dejó sus actividades cotidianas y el mismo se aseguró que el recurso que recolectó de amigos y de la gente, llegue a su destino. Nos comentó a mi colega y a mí, que un amigo cerró su empresa dedicada al transporte para poner sus trailers al servicio de la comunidad, que requiera traslado de víveres y enseres de otros estados, a las comunidades afectadas.
Los olvidados
Tuve la fortuna de conocer a jóvenes, que en la vida cotidiana nos olvidamos de ellos, por su aspecto son rechazados y marginados, observé como se divertían y jugaban por momentos para olvidarse de la dura y agotadora jornada, no titubeaban al entregar eso que está en sus posibilidades: su nobleza, fortaleza y empeño. Por momentos se distraían al observar lo que llegaba, como pensando que eso a ellos también les hacía falta.
Emociones conjugadas
Al hacer la selección y separación de las donaciones, hubo momentos de tristeza al percatarme que hubo gente que envió medicamentos que habían caducado desde el año 2015, zapatos prácticamente inservibles, ropa totalmente rota como aprovechando la situación para deshacerse de aquello que le estorbaba en casa.
En contraste a ello pude reconfortar mi alma, al percatarme como hubo personas que enviaron cosas nuevas, pequeños paquetes con ropa de niño, zapatitos, juguete, un cuento, y acompañados de una frase reconfortante para quien los recibiera.
Únete a la brigada convocada por el INEIP, quien dice ¿Psi?
Nota publicada el 04 de octubre de 2017