Te recuerdo... Unión Hidalgo
Autora: Ofelia Rodríguez España
A dos semanas del gran sismo del día 7 de septiembre y de miles de réplicas, llegué a Unión Hidalgo, comunidad donde viví los primeros años de vida, a donde regreso algunas vacaciones para visitar a mi familia paterna; se ve totalmente diferente a la última vez que estuve aquí. Algunos habitantes comentan que en ocasiones se desorientan porque muchos lugares de referencia desaparecieron.
Una realidad contrastante
Las imágenes de los medios de comunicación, no tienen comparación con estar en el lugar, mucho menos con lo que sus habitantes han vivido. En los rostros se ve tristeza, desesperación, impotencia y/o gratitud por estar vivo.
Las personas duermen en patios o calles, con una lona para cubrirse del sol y de las lluvias, teniendo al descubierto las pocas pertenencias que quedan, realizan actividades domésticas al aire libre porque casa ya no hay. Se han establecido dos albergues con capacidad para atender a un total de ochocientas personas.
En un abrir y cerrar de ojos la vida cambia drásticamente… un familiar o ser querido ya no está, al igual que pertenencias logradas durante toda una vida y con valor afectivo por ser procedente de antepasados o ser parte de la propia historia de vida.
Una experiencia…
Al platicar con la tía Juanita, comenta: “…Estaba sola en casa cuando sentí el temblor, eran las once de la noche; estaba en mi habitación, la luz se fue, tropezando con el escombro que estaba cayendo traté de salir, tejas caían sobre mí, me caí; intenté ponerme de pie, el piso continuaba moviéndose; logré salir al patio, por momentos cayéndome y por momentos gateando. Al estar cerca de la calle, ya sin fuerzas me desvanecí y pensé: aquí puedo quedarme, aquí será más fácil que encuentren mi cuerpo. Recuerdo haber escuchado voces de vecinos llamándose; una vecina me vio y gritó: _¡Sal shunca, sal!. Al intentar salir escuché: _¡Cuidado con los cables!. Los cables de energía eléctrica de la calle se habían caído. Por varios días no dormí, no me daba hambre; desde ese día hasta el momento, el sobresalto es constante. Hoy solo pienso que esta es otra oportunidad para vivir”
La destrucción
En esta comunidad de aproximadamente veinte mil habitantes, alrededor de novecientas casas se desmoronaron, cerca de mil están en situación de alto riesgo y algunos propietarios han decidido demolerlas para evitar riesgos mayores. La arquitectura tradicional se está destruyendo; pobladores se han unido para conformar el Consejo ciudadano por la reestructuración de Unión Hidalgo.
El acompañamiento
La destrucción es mucha; la reconstrucción interna, externa, material, anímica y la preservación cultural requieren su tiempo, se realizará solo rescatando y aportando lo positivo. Nadie está en condiciones de decir “no te preocupes, ya no habrán más afectaciones”, pero sí de manifestar nuestra empatía, apoyo, solidaridad y acompañamiento en esta paulatina reconstrucción.
Únete a este acompañamiento, contacta al Colectivo Binni Cubi (creadores de los murales universales transmisores de una cultura viva) a través de radio comunitaria La otra radio, Tel. 971 159 42 17.
Nota publicada el 02 de octubre de 2017