Brigada de Clínica de la Estabilización en Situación de Crisis. (BRICESC)
Autor: Alejandro José Ortíz Sampablo
Desde la aparición de la humanidad tenemos registros de fenómenos naturales que evidencian la fragilidad humana. El hombre ha intentado sobre todas las cosas tener supremacía sobre ella, el avance en la genética es vivo ejemplo, hoy es posible crear vida en una capsula, más no así controlar la fuerza de destrucción de la naturaleza.
Las dos actitudes ante la destrucción
Los cataclismos desencadenan en el ser humano dos actitudes, una de solidaridad y apoyo, la cual tiene su raíz en el amor a uno mismo reflejado en el prójimo, donde el dolor del otro mueve los sentimientos más profundos, donde la sensibilidad y la disposición generan una labor altruista de cuidado, de ayuda, de ánimo al afectado. Este sentimiento tiene sus albores en la infancia, en la cual el sujeto al pasar por situaciones de desamparo y soledad gesta una experiencia y disposición de vida, que determina su actitud futura con sus congéneres.
La segunda actitud hace remitirnos nuevamente a esa etapa infantil que proviene del narcicismo primario; donde prevalece el intento frustrado de quedar exento de estímulo, de éste quedan restos que se conservan en la vida adulta y tienen su exteriorización en el egoísmo. ¿Quién no ha escuchado la frase alusiva a ello?: "primero yo, después yo, y luego yo".
El INEIP A.C., a través de Amigos de la comunidad conformado por: INEIP, UNIVAS, Radio Universidad, Periódico Noticias, MVM Televisión en movimiento y CECYC Dr. Felipe Martínez Soriano, se ha dado a la tarea de crear La Brigada (BRICESC) que será conformada por voluntarios de la comunidad psi; psicoanalistas, psicólogos, psicoterapeutas, egresados y estudiantes del último semestre de la carrera de psicología, que deseen unirse a esta causa de manera voluntaria, con el fin de acudir a las comunidades afectadas por los sucesos recientes, para brindar a sus pobladores una escucha profesional de manera gratuita y así lograr la estabilización de su vida psíquica y emocional.
Hay que hacer valer y mostrar nuestra disposición para que en el alma prevalezca el amor y la vida. Cuando el YO muestra su endeblez y escisión, es una buena oportunidad para replantearse aquello en que los sujetos hemos “fracasado”, y dejar de privilegiar los afectos que surgen cuando el otro nos hiere, para darnos una luz y podamos permitirnos que el amor se haga presente.
Nota publicada el 13 de septiembre de 2017