Después de una vida, el despertar

Autor: Alejandro José Ortiz Sampablo

Mi colega Fausta y yo iniciamos la semana con una bella experiencia. Llegamos por la mañana a Unión Hidalgo, descansamos un momento y decidimos partir rumbo a La otra radio. Doña Mireya no permitió partiéramos sin almorzar, también nos hizo un par de preguntas para abordarlas en el programa “Dialoguemos, palabras y realidades”.

¿Qué hacer cuando tengo 40 y me doy cuenta que no he hecho nada de mi vida?

Dar respuesta de manera generalizada desde el psicoanálisis es algo que no contemplamos, dado que lo valioso y aquello que da luz a los sujetos en la creación de una nueva resolución de sus conflictos, es su dicho en lo particular. Esto no nos impide brindar una opinión desde los fundamentos de este campo de investigación.

Durante el transcurrir de la vida hay momentos de crisis, esto no es privativo de los 40´s.

La vida es un sueño

Ha sido un tema abordado desde la antigüedad en diferentes culturas, desde la filosofía a la literatura, en la obra teatro de La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca aborda esta temática.

Esta frase la escuché hace muchos años en la voz popular, aludiendo también al duro despertar.

La alusión en la pregunta no he hecho nada de mi vida, por lo general proviene de una herida narcisista, de la ideología y moral que pesa sobre los individuos. El éxito a toda costa.

El sueño es la experiencia narcisista por excelencia, en él, el individuo figura el cumplimiento de aquellos anhelos que no ha logrado llevar a cabo en la vida de vigilia. Este cumplimiento en la figurabilidad no es privilegio del sueño, no estamos acostumbrados a tratar de esta manera a nuestra vida cotidiana.

Cuando el sueño se rompe

Si tenemos un lindo sueño y despertamos deseamos volver a cerrar los ojos para continuar con esa bella experiencia, sin embargo eso llega a ser imposible de lograr.

Cuando en la vida cotidiana se llega a despertar, esa experiencia muchas veces es del orden del horror.

¿Qué sucedió antes del despertar?

Por lo general los individuos se entregan a experiencias que le deparan mayor satisfacción de manera inmediata, en esos momentos actúan como si tuviese una venda en los ojos.

Así que la experiencia de no haber hecho nada en la vida, forma parte de esa figurabilidad de la vida psíquica, ahora al servicio del autoreproche y maltrato de parte de una entidad del alma llamada superyó sobre el yo, como castigo por haberse entregado a las mieles del placer y haber descuidado “la realidad”.

Mieles del placer

Muchas veces los sujetos no lo viven así, ya que el momento antes del despertar lo viven en tensión permanente, preocupados y ocupados en los hijos, los padres y la pareja, donde depositaron el sentido de su vida.

Desgraciadamente este es un hilo tan delgado que siempre termina por romperse, ya que los otros no están hechos para cumplir las expectativas de los sujetos, es uno quien tiene que forjar su destino y felicidad.

Te invitamos a formarte como psicoanalista y unirte a la Red en pro del cuidado de la vida psíquica. Todos somos ciudadanos del mundo.

Llama a los teléfonos: 951 244 70 06 / 951 285 39 21 un psicoanalista te responderá.

Nota publicada el 27 de junio de 2018

Anterior
Anterior

El retorno

Siguiente
Siguiente

El último encuentro