Malos padres
Autora: Gloria Cruz González
A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción…Nos empeñamos en dirigir sus vidas sin saber el oficio y sin vocación. Les vamos transmitiendo nuestras frustraciones con la leche templada y en cada canción. Niño deja de joder con la pelota. Niño, que eso no se dice, que eso no se toca. Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós.
Joan Manuel Serrat “locos bajitos”
Después de dos lunes previos de trabajo de sensibilización a maestros y padres de familia dimos inicio a la atención psicoanalítica en la Escuela Primaría Revolución Mexicana. Me dio gusto ver que cuando llegamos los padres nos esperaban, pues desde que dimos la charla se anotaron varios; fueron los maestros los encargados de agendarlos.
Un bello recuerdo
Cursaba los últimos semestres de la licenciatura en psicología cuando escuché por vez primera al cantautor barcelonés Joan Manuel Serrat, desde ese día lo admiré pues muchas de sus canciones me provocaron mucha ternura. Una de ellas locos bajitos, que recordé por el trabajo que emprendimos el mes pasado con la campaña Infancia es destino.
VÍ un video donde Serrat menciona que la frase Locos bajitos es de Miguel Gira, que escribió que los niños son locos, solo hay que saber vivir con ellos, lamentablemente somos los adultos quienes con tijeras cortamos sus sueños.
Temor y culpa
En mi practica psicoanalítica no me deja de sorprender como los conflictos que los padres padecen se repiten, en algunas ocasiones pareciera que se imprimen en serie con muy pocas variantes. Uno de esos conflictos el temor a ser mal padre o madre, que se anuda con el sentimiento de culpa y se juzgan severamente, pues muchas veces saben de las arbitrariedades que comenten con sus hijos.
Expectativas y dolor narcisista
La frase “A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción”, habla de un elemento importante para que se fije de manera intensa las expectativas que el padre o la madre hace por anticipado de ese hijo, la identificación. Por ello el dolor, frustración y el gran enojo que en algunos padres se manifiesta cuando recibe malas notas de la escuela, no se diga cuando hay un reproche por mal comportamiento, sin contar el aumento del dolor narcisista porque su hijo se convierte en estigma o le adjudica una etiqueta.
Estrategias fallidas
Por otro lado, la frustración y enojo con el hijo se incrementa cuando ya se han recurrido a infinidad de estrategias sin éxito. Los castigos y golpes ya no funcionan pues promueven el sentimiento de injusticia y el odio en el pequeño; los premios y trueques llevan al niño a la experiencia de duda sobre el amor de sus padres, pues solo son merecedores de sus afectos siempre y cuando cumpla la expectativa de ellos. Es por esto que es importante que los padres tomemos consciencia de lo que envuelven esas acciones tan cotidianas con los hijos.
Reflexión.
El psicoanálisis al ser un campo dedicado a la investigación de la vida anímica sobrepone la observación a la sanción moral de las conductas de los individuos, por ello no damos por hecho que existe como tal un mal padre o una mala madre, solo formas de relacionarse con el hijo.
Nota publicada el 16 de marzo de 2019