Instancia psíquica. Un concepto para pensar - Decima parte
Autor: Alejandro José Ortiz Sampablo
Después de un sábado de descanso, demos continuidad a nuestra serie de notas. Recordemos que, para este punto, me auxilio de lo que acontece en los primeros encuentros con el paciente en lo que llamamos dispositivo psicoanalítico para mostrar cómo opera la instancia psíquica llamada Yo.
Dos disposiciones que dejan al descubierto al Yo
Por un lado, está la disposición con la que llega quien esperamos se convierta en un paciente o analizante, y todas sus implicaciones; por el otro, la postura del terapeuta o psicoanalista, según sea el caso.
Anteriormente mencioné: “aquello que averiguamos con la investigación anamnésica, eventualmente está falseado por aquellos factores que suelen encubrirle a un enfermo el discernimiento de su propio padecer psíquico”, pero solo aludí una de las diversas posturas que puede adoptar quien escucha —sea este psicólogo, psicoterapeuta o psicoanalista—, la de poner en duda lo dicho por el paciente, pues adoptan la postura de que el paciente miente. Sin embargo, existe la conducta opuesta, la de creer todo cuanto el paciente diga y ser tan empático con él al punto de que el terapeuta llega a estar siempre “de lado” de este.
Que el psicólogo, terapeuta o psicoanalista adopte cualquiera de las posturas anteriores será consecuencia de la falta de entrenamiento para ejercer la escucha de pacientes. Es en la formación de los psicoanalistas donde se lleva al Yo a no responder en el dispositivo clínico desde sus perspectivas, tendencias o identificaciones. Evidenciar las consecuencias de ambas posturas no debería ser complicado, sino fuese por las justificaciones que antepone el Yo ante lo evidente.
Retomemos el fenómeno desde el futuro paciente
Hablemos del paciente que llega por su propio pie, es decir, no de aquellos que acuden a nosotros por prescripción, ya sea médica, de escuela o por que los padres lo decidieron. Cuando llega, el paciente generalmente habla “libremente” sin que se advierta a simple vista que su decir está determinado por un mecanismo que en psicoanálisis llamamos represión, sin embargo, eventualmente, pronto nos percatamos de que ésta opera aún en esos momentos de pena que vive la entidad psíquica llamada Yo. Como lo he mencionado anteriormente, algo que no dejo pasar en la primera sesión es hacer del conocimiento del paciente, los tres requerimientos indispensables para que exista la posibilidad de éxito del camino que estamos por emprender.
Dos de dichos requerimientos esperamos se logren de manera inmediata, aunque sabemos que muchas veces la falta de ellos en la vida cotidiana del paciente ha participado en el padecimiento actual, estos son docilidad y paciencia. El tercero es la confianza y, aunque al parecer el paciente habla libremente, éste comete insinceridades, voluntarias e involuntarias, pues, por lo general, se demora en depositar la confianza a quien escucha, a pesar de que existen pacientes en la disposición de contarlo todo.
Continuará el próximo sábado…
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 700C6/951 132 8534 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
Nota publicada el sábado 23 de noviembre de 2024